El pasado viernes 15 de diciembre tuvimos nuestra tradicional comida navideña para todo el claustro y los miembros del PAS. En ella es habitual que despidamos a algún compañero recientemente jubilado. En esta ocasión, hemos dado el adiós a Ramón Utrera y a Antonio Monteoliva, que pasaron a la buena vida de jubilados en el pasado mes de septiembre.
En palabras de nuestro director, Antonio y Ramón han sido, a lo largo de todo estos años, samaritanos, maestros y testigos para tantos alumnos de nuestro centro a los que les han dado clases. Samaritanos porque su compromiso ha sido constante, acompañando a tantos jóvenes en el camino de la vida. Maestros porque han proporcionado al alumnado conocimientos para ofrecer horizontes y testigos porque ha sido ejemplos de respecto, responsabilidad, sacrificio, cercanía y humanidad, dejando huella tanto en el alumnado como en el profesorado.
Por todo, por tanto, gracias, Ramón; gracias, Antonio.